Los loros de Senegal miden unos 23 centímetros (9,1 pulgadas) de largo y pesan entre 120 y 170 gramos (4,2 a 6,0 onzas). Tienen una cabeza y un pico relativamente grandes para su tamaño total, y las plumas forman una cola corta y ancha. Los adultos tienen la cabeza gris carbón, el pico gris, el iris amarillo brillante, el dorso y la garganta verdes y las partes inferiores y la rabadilla amarillas. Las áreas amarillas y verdes en el frente de un loro de Senegal forman una V que se asemeja a un chaleco amarillo usado sobre verde. Los juveniles jóvenes tienen el iris de color gris oscuro, casi negro, que cambia a gris claro.
Los loros de Senegal no son sexualmente dimórficos, pero existen algunas hipótesis que en ocasiones pueden ayudar a determinar el sexo de las aves adultas:
La forma de V del chaleco suele ser más larga en las mujeres; en las mujeres, el área verde se extiende hacia abajo sobre el pecho hasta entre las piernas, mientras que en los hombres la punta del área verde termina en la mitad del pecho.
El pico y la cabeza de la hembra son generalmente un poco más pequeños y estrechos que los del macho.
Las plumas coberteras debajo de la cola (plumas cortas debajo de la base de las plumas principales de la cola) generalmente son en su mayoría amarillas en el macho y generalmente verdes en la hembra.
Los machos son generalmente, pero no siempre, más grandes y pesados que las hembras.
La prueba de ADN es otra forma de determinar el sexo.
Los loros de Senegal son aves de bosques abiertos y sabanas. Se reúnen con mayor frecuencia en países de África occidental. Es una especie gregaria que parlotea continuamente con una variedad de silbidos y graznidos. Los loros de Senegal viven un promedio de aproximadamente 25 a 30 años en estado salvaje y se sabe que viven 50 años en cautiverio.
Una investigación realizada por la Universidad Estatal de Texas realizada en el sureste de Senegal encontró que los loros consumían una dieta de alrededor del 77% de frutas, siendo los higos (Ficus sp.), las uvas africanas (Lannea microcarpa) y los frutos de karité (Vitellaria paradoxa) los más comúnmente consumidos. Las semillas constituían aproximadamente el 22% de la dieta y el 1% restante estaba formado por flores.