El cuerpo de una rana africana con garras es aplanado con una cabeza más pequeña en forma de cuña. La posición de los ojos y las fosas nasales en la parte superior de la cabeza, junto con la piel camuflada, ayudan a esta especie a esconderse de los depredadores, como las garzas. La piel suave suele ser multicolor con manchas de color gris verdoso o marrón en el dorso. La parte inferior es de color blanquecino con un tono amarillo. Las ranas africanas con garras tienen la capacidad de cambiar su apariencia para que coincida con su fondo, volviéndose más oscuras, más claras o moteadas.
Las extremidades delanteras de las ranas son pequeñas y tienen dedos sin membranas que se utilizan para empujar la comida hacia la boca. Sus patas traseras son grandes y palmeadas, y los tres dedos interiores de cada pie tienen "garras", que no son verdaderas garras sino puntas cornificadas. Aunque es una nadadora experta, la rana africana con garras es torpe en tierra y gatea en lugar de saltar.
Las ranas de garras africanas también tienen un sistema de línea lateral que es muy sensible a las vibraciones, lo que les permite detectar depredadores y presas en aguas turbias. La línea lateral es visible como una serie de marcas de puntos blancos a lo largo de cada lado de la rana.
La familia de ranas Pipidae es única porque sus miembros carecen de lengua y oreja visible. Los machos también carecen de cuerdas vocales. En lugar de párpados móviles, una cubierta transparente y córnea protege sus ojos.